Wilma González se cosió una malla a la lengua para bajar 4 kilos

Desde el jueves 20, Wilma González se alimenta sólo con papillas de pollo, espinaca, zapallo y zanahoria, le cuesta pronunciar la r, debe tomar agua a cada rato porque se le reseca la boca y no le puede “dar besos con lengua” a su pololo Gonzalo Egas. Su hijo Noah (3 años) no ha notado ningún cambio, pero la española, que se hizo conocida en el reality “Mundos opuestos” (Canal 13), acudió a la Clínica Terré donde le pusieron una malla lingual. ¿Su objetivo? Bajar 4 kilos para llegar a los 53 que, según ella, es su peso normal.

“Te ponen cuatro puntos para coserte la malla a la lengua, que queda rígida impidiendo que puedas deglutir alimentos sólidos, porque al tragar los puntos te tiran y duele”, explica la ex conejita Playboy. Wilma detalla que “los dos primeros puntos se ponen en la punta y los otros dos en el músculo del fondo de la lengua”.

-¿No había un método más convencional para bajar cuatro kilos?

-Es más difícil bajar pocos kilos que muchos. Me cuesta manejar la ansiedad con la comida. Y yo soy obsesiva con mi cuerpo. Hago tres horas de ejercicios de lunes a viernes, pero quería bajar más rápido.

-¿Te duele cuando hablas?

-Me tiran los puntos, pero nada que no se pueda solucionar con un ibuprofeno. La malla lingual hay que tenerla un mes para que funcione el tratamiento. Pero como necesito bajar 4 kilos me la voy a sacar a los 15 días. Hoy (ayer) me pesé y en cuatro días ya reduje un kilo. Aparte me noto más apretadita. Como tomo más agua voy más al baño. Y se me está borrando la celulitis.

-¿Qué opina Gonzalo?

-Se molestó bastante. Más allá que sólo nos podemos dar topones con la boca, me dijo “termina ese tratamiento y para con la cuestión”. Cree que estoy obsesionada.

-¿Le preocupa que te pongas anoréxica?

-Nunca tanto. Él sabe que soy buena para comer, pero considera que mi obsesión no es tan buena. Yo vivo mirándome al espejo y encontrándome defectos. Gonzalo me dice “deberías ir al sicólogo”.

-¿Y tú qué piensas?

-No necesito un sicólogo. Soy sana y no hago nada que pueda dañar mi salud.

-¿Comer sólo papillas no te afecta?

-No, porque son muy nutritivas. Aparte en la clínica me dieron unos batidos con vitaminas. Lo que sí noto es que tengo menos fuerza. Fui al gimnasio y en lugar de las tres horas de ejercicio sólo pude hacer una hora y media. Terminé agotada.