Científicos de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, enviaron a 800 hormigas al espacio con el fin de determinar los cambios que presentarían en su comportamiento. Los insectos llegaron a la Estación Espacial Internacional (ISS), en el marco de un experimento que pretende mejorar las estrategias de búsqueda de personas cuando ocurren desastres naturales. Asimismo, se busca optimizar los algoritmos de robots autónomos utilizados en estos acontecimientos. Según afirmaron los expertos a cargo de la investigación, las hormigas y su conducta "tienen potencial para ayudar a entender cómo los grupos responden a situaciones difíciles". Se sabe con anterioridad que estos insectos monitorean su entorno, encuentran comida e identifican amenazas.
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