Funeral de Ricarte Soto

Ayer, a las 16:50 horas, las puertas del velatorio seis del Parque del Recuerdo se cerraron. Adentro, el círculo más cercano de Ricarte Soto comenzaban la despedida. Estaba su viuda, Cecilia Rovaretti, su hija María Elcira y otros amigos entre los que destacaba el periodista Juan Manuel Astorga. El conductor de “El informante”, uno de los más afectados, fue el único rostro que tuvo acceso en todo momento al grupo más íntimo de Ricarte (ver recuadro). Estuvo en el grupo más selecto durante el velatorio y al final en la ceremonia en que se cremaron los restos del fallecido periodista.

Afuera, la larga fila de personas que llegaron a despedir a Soto incluía a otros personajes televisivos, como Raquel Argandoña, Fabricio Vasconcellos, Carolina de Moras y Tonka Tomicic.

Una vez abiertas las puertas, junto al féretro de Ricarte, su esposa y su hija agradecieron las muestras de cariño. “Viva Ricarte”, gritaban unos apasionados fanáticos mientras otros no se aguantaban las lágrimas.

En la puerta del crematorio, Julián Elfenbein contó que el viernes, familiares y amigos, se pusieron de acuerdo para rendirle homenaje al punzante opinólogo. Ahí empezó una seguidilla de discursos.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, destacó que “a Ricarte le debemos el haberse enamorado de Cecilia y haberla traído de Francia a nuestro país”. Yuri Celedón, amigo de toda la vida del periodista, reveló sus dos grandes defectos: “Irrespetuosamente preguntón e hincha de la UC”.

Mauricio Correa, director del “Buenos días a todos”, aguantó las lágrimas antes de relatar íntimos momentos. “Fui testigo del dolor físico de Ricarte. Ese dolor que tuvo antes de participar en cada programa en el canal. Este gallo es un valiente”, dijo.

Mientras tanto, Cecilia Rovaretti no paraba de hacerle cariño a su hija que en varias oportunidades agachó la cabeza para contener las lágrimas.

Claudio Jaque, de la radio Monumental, recordó la pega de extras de teleseries francesas que tuvo con Ricarte. “Nos las ingeniábamos para tener un close up, porque eso significaba más dinero”, comentó entre risas.

Finalmente, y justo antes de entrar al crematorio, Rovaretti tomó la palabra. Luego de un largo suspiro le dedicó un mensaje a su hija. “Su papá la amaba tanto y estaba orgulloso de ella”, dijo, mientras decenas de globos blancos se perdían en el cielo.

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