La actividad física protege como un escudo al cerebro del estrés
Un estudio de la Universidad de Princeton reveló que
mantenerse activo reduce la respuesta neuronal a situaciones de presión.
La actividad física contribuye a una gran cantidad de
beneficios. Desde la prevención de enfermedades, aumentar las endorfinas y
reducir el estrés. Un nuevo estudio de la Universidad de Princeton reveló que
el ejercicio no sólo reduce el estrés, si no que también hace al cerebro más
resistente a él. Los investigadores que publicaron el estudio en el Journal of
Neuroscience, encontraron que los cerebros de los ratones que estaban
físicamente activos fueron capaces de reorganizarse para reducir su respuesta al
estrés y la ansiedad. Los científicos descubrieron esto después de realizar
estudios en dos grupos de roedores: uno que estuvo corriendo en una rueda hasta
cuatro kilómetros al día por seis semanas, y otro que no tuvo actividad física.
Después del periodo, ambos grupos recibieron agua fría como factor estresante
por poco tiempo. Los cerebros de los ratones activos y sedentarios se
comportaron de manera diferente. En las neuronas del segundo grupo, el agua
fría estimuló el incremento de los "genes de expresión inmediata",
que son genes que se activan transitoria y rápidamente como respuesta a una
amplia variedad de estímulos celulares. En el caso de los ratones activos,
mostraron una capacidad de controlar su reacción con neuronas inhibitorias, que
frenaron la activación de la región en el cerebro vinculada al estrés. Las
neuronas de estos ratones liberaron más neurotransmisores GABA, que también
aplacan la excitación neuronal.
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