El garabato de Eva Gómez en el Festival de Viña 2013
Cuando Eva Gómez apareció anoche sobre el escenario de la
Quinta Vergara no pasó inadvertida gracias al modelito negro con transparencias
que se puso. Regia, hablando a mil por hora como a ella le gusta, todo había salido
perfecto. Pero ya avanzado el show, cuando había concluido la competencia
internacional y los animadores daban paso a una tanda comercial, algo se le chispoteó.
Ya habían cortado la transmisión televisiva, pero los micrófonos
quedaron abiertos y lo primero que se oyó fueron palabras entrecortadas del
Rafa Araneda. La gente empezó a parar la oreja para tratar de escuchar lo que decía.
Ahí vino lo más sabroso, Eva, con su potente voz, metió la cuchara y se escuchó
un balbuceo, para luego sonar casi en estéreo “… la hueá”.
El monstruo, que antes no había aparecido ni para Maná ni
para el humor de Hermógenes Conache, despertó con un agresivo “¡ohhhh!”, para
luego rugir con ganas y gritarle a todo pulmón a la rubia “¡Care cuica, care
cuica!”.
Recién ahí los agiles sonidistas del certamen atinaron a
apagar los micrófonos. “Chis, menos mal que era española”, reflexionaba un
señor de la galería.
El cuchicheo anterior sobre Eva fue su osado vestido,
diseñado por Rubén Campos, que dejaba ver casi desnudas sus curvas laterales. “In-far-tan-te”,
fueron las palabras del Rafa cuando la vio y la pregunta de la mayoría fue si
usaba o no ropa interior, porque a simple vista no se veía nada.
“Usa unos (calzones) con bandas transparentes a los lados, así
que nadie puede decir que anda sin churrines, jajá”, dejo clarito Rubén Campos.
“El vestido está confeccionado en encaje Chantilly y piedras. La dermis de Eva
es crucial, porque sin ella ese vestido no es nada”, acoto.
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