Eugenia Lemos y su pareja Matías Kosznik

Vivian en San Antonio de Padua, en las afueras de Buenos Aires y nunca se habían visto, hasta que un día Eugenia Lemos, en ese entonces de 19 años, fue a su tienda de carteras. Ahí vio en foto a Matías Kosznik  y no se separó más de él. Ni siquiera en “Pareja perfecta”.

Fue en esa boutique de bolsos, propiedad del papa de Matías, que Eugenia lo conoció gracias a la recomendación de su suegro. “Me dijo, yo tengo un hijo, sabés. Me mostro una foto y acá estamos”, cuenta Euge.

Comenzó un pololeo que no incluía cámaras, porque para ese entonces Lemos pululaba en obras de bajo presupuesto e independientes, y Kosznik comenzaba su carrera como diseñador gráfico. Desde ahí el igual le daba la mano: “El me ayudó mucho en los comienzos difíciles, me hacia los folletos de las obras para promoción”, recuerda.

Tanto amor se apagó por todo un año hasta que en un supermercado del barrio de Palermo se encontraron y renació la flor. La relación ha seguido hasta hoy, viven juntos en un departamento con León Lorenzo del Valle, el nombre completo del perro de la pareja.

-¿O sea, Euge, tenías pareja al entrar a “Pareja perfecta”?

-Claro. Pero igual estábamos en un stand by porque me venía al reality y l no estaba muy de acuerdo. Pero yo siempre estuve súper enamorada del Mati, entonces no podía hacer nada, no me nacía tampoco meterme con alguien.

-Pero era un reality de parejas…

-Sí, pero que querían que llegara diciendo: “Hola, sí, tengo pareja”, si era un programa de parejas. No podía, tenía que jugar a la fantasía.

-¿Igual te buscaron harto los chicos del encierro?

-Sí, Sebastián y Junior. A una mujer le gusta ser coqueteada, pero era parte del juego y los chicos no le llegaban ni a los talones a mi novio.

En los cuatro meses de encierro mantuvieron el contacto con llamadas y visitas: “Era para estar presente, de decirnos lo que nos pasaba”.

Con esa constancia amorosa, Lemos dice que su relación da para largo y que el reality les sirvió para darse cuenta. Incluso si a Eugenia le sale un trabajo más estable acá en Chile se viene con pololo, perro y todo.